Teogenesis

Una oniria de deseos. Un deseo de sueños. Algo arcano, antiguo y primigenio, casi sexual, gatillando torrentes de endorfinas desde el hipotalamo al torrente sanguineo, dejando cada celula imbuida en infinito extasis. Placer molecular, un metabolismo acelerado por el deseo, una vision de futuro donde un anhelado destino explota en enceguecedora hipernova, llevandose consigo años luz cubicos de una ordenada galaxia de realidad en una bella danza de nuevo caos e incertidumbre, de emocion y sentimiento.
Es destruccion?... Si... Como pocas hay en el universo...
Es dolor?... mucho... muchisimo, como el que necesariamente precede a todo nacimiento.
Y Este sera un nacimiento? Por supuesto! Masiva nucleosintesis, la genesis de una pleyade de elementos pesados... de una candente nebulosa, caldo de cultivo de la mente y la conciencia, que en su gaseosa y tenue matriz dara nacimiento a nuevas estrellas, y estas daran vida a sistemas enteros de planetas, que seran, cada uno de ellos, el seno materno de nuevas formas de complejidad de inusitada belleza. Entre ellas, lo que conocemos por vida; mas alla de nuestro conocimiento, formas de complejidad y belleza tan surreales como desconcertantes, que nuestras mentes no se han siquiera aventurado a imaginar. De toda esta danza cosmica surge la existencia, la conciencia, la mente y la curiosidad, la belleza y el deseo... en suma, la eternidad. De ella nacen los dioses, por siempre eternos, que brotan siendo temerosos niños para separarse de este caos de maternal amor, que tarde o temprano sucumbira nuevamente para volver a empezar. Un grito. Un llanto que resuena en espacio y tiempo ante el nacimiento de cada dios, y una infinita pena al descubrir lo inexorable decadencia de lo que atras se deja. Un anhelo por la niñez, por toda la eternidad dejada atras. Pero tambien infinitos sueños y esperanza. El saber que otros ha habido antes, que otros dioses han surgido del mismo ciclo, benevolos hermanos mayores, dueños de una casi infinita comprension y de un inusitado saber; y la conciencia de que en ese ciclo de nacimiento-muerte, no existe maldad, ni odio, porque tales cosas no existen, son solo ilusiones, vagos fantasmas que acompañan una incomprension ya dejada atras, incomprension por una dinamica demasiado compleja para ser comprendida en el pasado, pero ahora finalmente sintetizada en la propia existencia.
Hermanos mayores aguardan ansiosos a conocernos, tan diversos e infinitamente sabios.
Ignorancia. Que no nos permites comprender la absoluta benevolencia de todo lo que en el universo acaece, que nos muestras una ilusion de dualidad entre bien y mal, placer y dolor, felicidad y soledad, una mentirosa bipolaridad que te encubre a ti misma, porque tu eres la unica vil y oprobiosa mentira contra la que este universo se debate. El resto, amor, odio, pasion, dolor, deseo y muerte, no son mas que la propia danza de la teogenesis, que nos salvara de ti si tan solo por un momento alcanzamos a comprenderla, desoyendo tu voz de sirena que nos llevaria al mas ominosamente terrible de los destinos: La Nada. Pero aun asi te comprendo ignorancia. Porque tampoco existe la dualidad entre tu y algo mas. Es tambien parte de una ilusoria mentira, que nuevamente desaparece ante los ojos de quien comprende, para sintetizarse en perfecta unidad. Un destino de dioses, hagamos lo que hagamos, de siempre creciente sabiduria e inteligencia, de luminosa conciencia y fraternal compañia, incluso mas alla de la noche de los tiempos, cuando todos los dioses se retiren en reparador sueño universal, tras el cual todas las danzas volveran a comenzar.
Tu, que no comprendes, piensa esto: cuando menos lo esperes, despertaremos todos juntos, en torno al calido anillo de acrecion de un agujero negro, inmateriales y ya inmortales, mas alla de toda materia y energi; lloraremos en nuestro nacimiento, pero alli habra hermanos que ansiosamente nos esperaban, que pueden comprendernos; hermanos inmortales como nosotros mismos, de los que no tiene sentido ver sus rostros, sino solo sus mentes, su sabiduria, inteligencia e infinita benevolencia y comprension, ansiosos por mostrarnos los mas extraños confines de este y muchos otros universos, de mostrarnos la senda de la eternidad, el camino que muchos como ellos, y ahora nosotros, zurcaron... y que sera transitado por muchos hermanos que veremos nacer.
Y cuando hayamos crecido, nos llevaran a cantar en torno a sus enormes fogatas cosmicas. Porque saben... Esos enormes chorros de plasma que se extienden años luz desde los polos de los nucleos galacticos activos, hiriendo el espacio intergalactico y dejandose ver majestuosamente años luz a la redonda, son dioses cantando, entonando a coro un maravilloso tributo a la conciencia, acompañando una bella sinfonia, una majestuosa obertura de creacion que los rodea: campos de la mente, donde ellos cultivan a sus hermanos con parsimoniosa elegancia y belleza; campos galacticos, done germinan y se gestan sus semillas de hermandad, con mistica, infinita y obscena lujuria, mas alla de nuestra comprension, en los humedos campos gravitatorios de jovenes estrellas nacidas de una sublime agonia y una explosiva muerte.
Campos de deseo, placentas de plasma igneo. La matriz de donde todos los dioses nacen, la matriz de la Teogenesis.