Cruft: chicle, cinta Scotch, saliva y sueños.

Simples, pero bellas representaciones. Barrocos amasijos de bits, mas alla de la estetica, pegados con chicle y cinta Scotch, con saliva y sueños. Sistemas axiomaticos, de los que por siempre estara en duda su consistencia logica interna, retorciendose como entidades vivientes en los limites de la negrura de la realidad, arbolandose, con la aplicacion iterativa de las posibles y logicamente correctas reglas de inferencia que le son propias. Definidas. Filosas. Tan simples y sin embargo tan combinatoriamente explosivas, denunciando una enorme riqueza y densidad de contenido; capaces de colapsar el corazon de las mas poderosas supercomputadoras del universo o de cualquier posible dios, llevando la imagen a una estatica de una comprension siempre anhelada, pero no solo jamas alcanzada, sino simplemente por siempre inalcanzable, una bofetada a la cara de cualquiera que pretenda alcanzar la iluminacion de la omnicomprension.
... Y llega el panico, el panico a la incomprension, el odio a la propia finitud. Una busqueda... deseos...
Perfeccion... ...Eternidad.